Me encantan las historias que despiertan muchas preguntas. ¿Los fantasmas tienen razón en este cuento? ¿Para ti hay algo en la vida que no podemos perder?
Los fantasmas y los embrujos siempre me han fascinado. En la televisión, se presenta como espíritus unidimensionales que existen únicamente para molestar a los vivos o para asustar al protagonista. Creo que los fantasmas son energías que provienen de nuestros traumas y de los traumas de nuestros antepasados. Son como manchas que no podemos lavar. En esta historia, los fantasmas representan las agonías recogidas de aquellos que han sido desplazados, han perdido sus hogares o sus dignidades. Hay tanto dolor y sufrimiento en este mundo, que tal vez los fantasmas sean un recordatoria de la lucha de la humanidad.
Yo diría que no podemos perdernos a nosotros mismos. En las relaciones, es fácil encogerse para acomodar a otra persona. Creo que debemos luchar contra el instinto que nos dice que debemos ser convenientes para los demás. Primero, tenemos que encontrar y descubrir quiénes somos, y luego estar dispuestos a dejar parejas, trabajos, amigos, y lugares que intentan minimizarnos. El fantasma sin rostro de esta historia representa este ideal. Fue alguien que cambió tanto por los demás que perdió la capacidad de reconocerse a sí mismo.
¿Para ti el dinero significa poder? ¿Cómo crees que la decisión de vender de la española establece una dinámica de poder en la historia?
Si. Para alguien que no lo tiene (o alguien de bajos recursos) el dinero es algo que puede aliviar muchas ansiedades y preocupaciones. Claro que el dinero no es todo en la vida, pero es una de las formas que se utiliza para controlar y limitar a los demás—si no ganas mucho tienes que tolerar jefes crueles o vivir en lugares en donde no te sientes cómodo o seguro. Cuando lo tienes, no lo piensas. Y cuando te falta, es en lo que más piensas.
Quería escribir algo que fuera una crítica de la colonización en América Latina. Conocí a un español (y varios que han dicho semejante cosas) que básicamente insinuaba que la colonización “civilizado” la región. He tenido varias conversaciones sobre este tema, y muchas personas me han dicho que lo que ocurrió en las Américas es una leyenda y una mitología errónea. Creo que todavía hay una actitud imperialista y una tensión entre el colonizador y el colonizado. Y, a menudo, muchos de nosotros de América Latina tenemos antepasados de ambos lados, lo que complica aún más el tema. La propietaria del apartamento se centra únicamente en su propio éxito material y crea su propia mitología para justificar las acciones que emprende contra su inquilino. Las sociedades y personas crearán mitologías que las retratan positivamente.
Imagina que la narradora muere y se convierte en un fantasma, ¿Qué piensas que diría sobre su propia vida?
Es adicta a su propia ira y se aferra a ella pensando que la mantendrá a salvo y evitará que se produzcan más injusticias. Nos gusta pensar que al final de nuestras vidas hemos resuelto todos nuestros problemas. Pero quizá eso no siempre ocurra. Creo que nuestra narradora en la próxima vida seguirá lamentando sus penas.
Si pudieras darle algo a tu narradora para su vida, ¿Qué le darías?
Yo le daría terapia. Muchos de nosotros cargamos traumas no resueltos; y a veces esos traumas han sido heredados. Recordamos cómo trataron a nuestros padres y abuelos y hermano/a y no sabemos qué hacer con ese dolor. Creo que todos nos merecemos que alguien nos consuele, y tener un espacio en el que podamos hablar sin ser juzgado y un espacio en el que podamos sanar.
¿Cómo es la comunidad de escritores donde vives?
Vivo en Miami, Florida, y aquí hay una comunidad de escritores muy activa. Hay tanta diversidad aquí que es imposible no escuchar historias increíbles de otros países. Tenemos exiliados, inmigrantes, nuevos trasplantes, jubilados, advenedizos y mucho más. Es una mezcolanza. El fin de semana pasado, un capitán de barco venezolano-estadounidense me contó una historia en la que juraba haber visto extraterrestres mientras entregaba un cargamento en Haití. Miami es una ciudad extraña. Es diferente del resto del estado y del resto del sur de Estados Unidos. La comunidad de escritores aquí nunca se siente insular. Es un lugar donde todo el mundo tiene una historia que contar.